A dona que eu amo e teño por señor
amostradema, Deus, se vos en pracer for,
se non, dadema morte.
A que teño eu por lume destes ollos meus
e por que choran sempre, amostradema, Deus,
se non, dadema morte.
Esa que Vos fecestes mellor parecer
de quantas sei, ¡ai Deus!, facedema veer,
se non, dadema morte.
¡Ai, Deus!, que ma facestes mais ca min amar,
mostradema u posa con ella falar,
se non, dadema morte.
La mujer a quien amo y tengo por señor
mostrádmela, Dios, si os dignáis,
si no, dadme la muerte.
La que yo tengo por luz de estos ojos míos
y por quien lloran siempre, mostrádmela, Dios,
si no, dadme la muerte.
Esa que Vos hicisteis mejor parecer
de cuantas sé, ¡ay, Dios!, hacédmela ver,
si no, dadme la muerte.
¡Ay, Dios!, que me hicisteis amarla más que a mí mismo,
mostrádmela donde pueda con ella hablar,
si no, dadme la muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario