2
La última caca
—Entonces, ¿ya está?
—Sí.
—¿Nunca más?
—No.
—¿Jamás?
—No.
—Tengo la impresión de que debería conservarla o algo así.
—¿Te importaría tirar de la cadena y salir de ahí de una vez?
Y el impávido cuervo osado aún sigue, sigue posado, en el pálido busto de Palas que hay encima del portal; y su mirada aguileña es la de un demonio que sueña, cuya sombra el candil en el suelo proyecta fantasmal; y mi alma, de esa sombra que allí flota fantasmal, no se alzará...¡nunca más!.
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