Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar. -Ernest Hemingway.


Love one another and you will be happy. It's as simple and as difficult as that. - Michael Leunig.

Ser de izquierdas es, como ser de derechas, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de hemiplejía moral. -José Ortega y Gasset.

miércoles, 20 de abril de 2011

Casablanca, 1942

Sólo con ver cómo nuestro amigo Humphrey saca el humo de su tabaco, una se contentaría. Es posible que para mucha gente, sin embargo, sean necesarios otros elementos para considerar que la película es buena (¡ciegos ellos!). Pero no me preocupa, porque los hay. Para empezar, la actuación de ambos protagonistas, tanto de Boggart como de Bergman, es magnífica. No sólo consiguen encandilar al espectador con su autenticidad, sino que además esta doble B no deja de sorprender con nuevos matices de una profundidad apabullante. Esto es,  además, gracias a la estupenda dirección que impide que uno se mantenga frío con las historias de cada uno de los personajes. También debido a una genial fotografía que nada debe envidiar al cine en color, uno puede quedarse prendado del nostálgico brillo en los ojos de Ilsa Lund (Bergman).
A destacar, el duelo de himnos que sucede en el Rick's Cafe Americain entre La Marsellesa y "El guardia sobre el río Rin". Y, musicalmente también, la canción As time goes by, conocida ya de forma independiente fuera de la pantalla.
Una película para todos los públicos, aunque quizá más cercana a aquellos que puedan entender todo el meollo político de la Segunda Guerra Mundial. A los amantes de esta gran película, siempre nos quedará París.

No hay comentarios:

Publicar un comentario